Surfear la crisis en tono emprendedor
- TRABAJO COLABORATIVO. En INICIA siempre promovemos la cooperación entre las partes antes que la competencia, es decir, la “coopetencia”. Pero en momentos de crisis es casi una cuestión de supervivencia. Ya sea desde lo motivacional, el estar con otros ayuda a sostener los ánimos; desde la generación de ventajas competitivas a través de la organización de pools de compras, o desde el intercambio de bienes o servicios con clientes, proveedores, etc. En definitiva, es importante pensar en los diversos tipos de relaciones que se pueden generar en el marco de lo que hoy llamamos economías colaborativas: consumo colaborativo, conocimiento abierto, producción colaborativa, finanzas colaborativas, etc.
- CUIDAR A LOS CLIENTES. La pregunta es: ¿a todos ellos? Justamente, lo importante en momentos como estos, en los que necesitamos optimizar tiempos y recursos para sobrevivir, es mirar a nuestros clientes con ojo crítico y distinguir aquellos que nos importan (son fieles, más rentables, etc.) y aquellos que necesitamos soltar (pagan mal, son quejosos, no dejan margen, etc.).
- OPORTUNIDAD PARA EXPORTAR. Si aún no lo analizaste, es momento de hacerlo. Las condiciones actuales benefician la posibilidad de buscar clientes en el exterior. Sea que tu empresa venda productos o servicios, hay un mundo de oportunidades allí afuera que podría darle un giro importante al negocio.
- AUMENTOS SELECTIVOS. En la rutina solemos aplicar aumentos generalizados en todos los productos y/o a todos los clientes. Pero en tiempos como los actuales necesitamos ser más cuidadosos al definir aumentos de precios. Quizá no todos nuestros productos merecen el mismo % de aumento, o no todos nuestros clientes. Te recomendamos hacer los números finos antes de tomar decisiones.
- PROVEEDORES. En este ítem, también te invitamos a salir del piloto automático. Quizá este momento sea una buena oportunidad para conocer nuevos proveedores y/o para buscar ser nosotros mismos proveedores de otros. Las crisis generan movimientos, y con ellos, pueden abrirse nuevos negocios para nosotros también. Lo importante es no quedarse quieto.
- ESTRUCTURA. Habiendo hecho todos los ajustes posibles: recorte de costos variables que no afecten la calidad del producto/servicio; reducción de costos en materiales o procesos, midiendo el impacto que pueda tener en el producto final; entre otros, quizá llegó la hora de achicar la estructura. Si ese fuera el caso, lo importante es definir el cómo: hablando con la gente, siendo honesto y coherente con las decisiones. Si tenemos un buen equipo armado, hay que cuidarlo mucho.
- PRODUCTO. Los consumidores en general y nuestros clientes en particular están hoy más atentos que nunca. Necesitan “hacer rendir” sus billeteras y miran el detalle, se ponen más selectivos. Es nuestra oportunidad para sacar a lucir toda nuestra creatividad e innovar en nuestra línea de productos y servicios, ofreciendo algún low cost.
- E-COMMERCE. El crecimiento de las ventas online es una tendencia que llegó para quedarse. Hay que encontrar la manera de sacarle el mayor provecho posible a esta tendencia y ampliar nuestros canales de venta. La venta online no es magia, hay que destinar tiempo, recursos e ingenio para desarrollarla, pero es algo que está al alcance de todos los emprendedores. La clave está en la producción de buenas imágenes, un mensaje empático con el público al que nos dirigimos y generar credibilidad siendo veloces y confiables en las respuestas y entregas.
- REDES SOCIALES. Hoy las redes sociales son, en muchos casos, la principal fuerza de ventas de los emprendedores. No las descuidemos. Nos sirven no sólo para mostrar nuestros productos en forma directa, también para hablar de ellos indirectamente, agregando valor a nuestros seguidores con consejos, sugerencias, recomendaciones, cosas que valoren y que ayuden a posicionar nuestra marca.
- NO PARALIZARSE. Para “sobrevivir” hay que estar en movimiento. El emprendedor trabaja por prueba y error. Es el tiempo de pensar, pero más aun de hacer. Salir a la cancha y probar, y si no funciona, tener la cintura para modificar el rumbo con velocidad.
Finalmente, lo más importante es entender el rol social que tenemos como emprendedores. Somos agentes de cambio. Tenemos un rol de liderazgo para con nuestros empleados, colaboradores, clientes, proveedores. Ellos también nos miran y esperan alguna respuesta, alguna palabra de aliento. Las crisis vienen y se van, pero queremos que nuestros emprendimientos perduren, y que cuando lleguen épocas mejores, sigan confiando en nosotros, en los productos y servicios que ofrecemos, junto a nuestros equipos y colaboradores.
*Directora Ejecutiva de INICIA, Comunidad de Emprendedores
Publicada originalmente en Ámbito.com