
Jorgito: el alfajor más famoso se quedó sin su último creador
El 3 de diciembre José Antonio Fernández, presidente de Jorgito, murió a los 85 años. Cuatro años antes ya se había ido Amador Saavedra, el vicepresidente. Juntos, hace más de medio siglo, tuvieron la idea de comprar una pequeña fábrica que producía bizcochuelos y alfajores para panaderías. Jorgito era “el nombre del alfajor” y también el del hijo del dueño. Cuando José y Amador compraron la fábrica decidieron desechar los bizcochuelos y facturas y continuar con el alfajor y su nombre.
Era la década del ‘60, y por entonces, la única estrategia que funcionaba era la intuición. Se les ocurrió venderlos en colegios y en las canchas de fútbol. La empresa creció y creció hasta convertirse en una de las más importantes del país. Pero siguieron con la misma estrategia: poca publicidad, concentrada en las canchas y las poco glamorosas emisoras de AM, y una receta imbatible que combina un precio accesible y un sabor único.
Cada año, los argentinos consumen 900 millones de alfajores. Son unos veinte por persona. Unas cien marcas se disputan el mercado. Pero Jorgito se mantuvo en el número tres, fabricando el 14 por ciento de los alfajores que se comen en el país.
Al alfajor Jorgito no pudieron ganarle ni los rellenos de mousse de chocolate ni las campañas de marketing.