Franquicias: ¿sí o no?
Por Lourdes Frugoni
Esta vez, el foco de debate tiene como protagonista a un modelo de negocios que supo crecer a pasos agigantados en el último tiempo.
En contra, según Juan Pablo Gavuzzo
Las franquicias no son para todos, ni para cualquier tipo de emprendimiento. Soy de los que creen que los negocios no se compran sino que se aprenden desde sus orígenes. Considero que el conocimiento intrínseco se adquiere día a día en el devenir de cada una de las etapas del desarrollo de una empresa.
¡Ojo! Con esto no quiero decir que no se pueda franquiciar un negocio. Pero desde mi punto de vista es muy difícil tener ese “plus”, esa esencia que hace la diferencia y que, en la mayoría de los casos, es la razón de que el éxito sea el mismo que el de su casa matriz.
Existen ciertos procesos que hay que cuidar, ya que de no hacerlo correctamente pueden perjudicar tanto al franquiciado como al franquiciante. Para empezar, la transmisión correcta del know-how de la casa matriz y su seguimiento a largo plazo. Muchas veces se realiza una capacitación inicial pero no existe en la empresa que brinda el franchising un área que controle y corrija los desvíos que puedan presentarse. En muchos casos, puede haber riesgos de competencia desleal por parte del franquiciado, y el costo puede ser muy alto.
El mal desempeño de uno de los eslabones de la red de franquicias puede afectar la imagen de la casa matriz e impactar negativamente en su posicionamiento en el mercado.
Por último, se debe tener muy presente que las decisiones más estratégicas solo las toma la empresa madre, por lo que el franquiciado puede sentirse “atado” en ciertas ocasiones al no poder innovar o actuar de forma totalmente independiente. De hecho su éxito (o fracaso) tampoco va ser independiente, sino que va a estar vinculado a la actuación de su casa matriz y de los demás franquiciantes.
En fin, las franquicias no son para todos.
Limitaciones de la Franquicia
1. El franquiciado no es propietario de la marca.
2. Las principales decisiones las toma el franquiciante, coartando la posibilidad de innovación e independencia de los franquiciados.
3. La casa matriz puede verse altamente perjudicada si uno de sus eslabones no respeta su cultura, valores y expertise. Un error o mala praxis de un franquiciado puede tirar por la borda muchos años de trabajo y la buena reputación en el mercado.
4. El éxito o fracaso –de ambas partes– están vinculados al desempeño de cada uno de los eslabones y de su casa matriz.
A favor, según Marcelo Salas
La franquicia como modelo de negocios abre una infinidad de puertas: ofrece la posibilidad de apostar por una marca o emprendimiento que ya está funcionando y que está bien posicionada en el mercado, permite iniciar un nuevo rumbo como profesional independiente (sin asumir mayores riesgos al momento de empezar) y lo más gratificante, se puede formar parte de una gran comunidad que te acompaña durante todo el camino.
Quien decida incursionar como franquiciado, debe preguntarse primero si está dispuesto a usar un traje que es de una sola medida. Y lo más importante – ¡y acá está el secreto del éxito!– tiene que tener la habilidad de ponerse al servicio del otro, de pensar en el éxito del otro.
Una franquicia es mucho más que una simple concesión de derechos. No se trata de una fórmula matemática que promete el triunfo asegurado. Si bien hay que seguir una serie de lineamientos e incorporar el know-how de la casa matriz, la clave está en el esfuerzo personal y en el compromiso de representar – ¡y bien!– la marca elegida. Hay que cuidar cada detalle para que cada eslabón de la cadena no pierda su cultura y esencia.
Lo bueno es que durante el recorrido el franquiciado nunca está solo. Al apostar por una franquicia, se transita un camino compartido donde los éxitos son celebrados en comunidad. Una comunidad que contiene, apoya y cuida a todo aquel que forme parte de ella.
Consejos para optar por una Franquicia
1. Existen franquicias en las más diversas áreas e industrias. Por lo general requieren distintos niveles de inversión, adaptables a todos los presupuestos.
2. Investigar todo lo que se pueda acerca de la franquicia en la cual se quiere invertir. Es súper importante imaginarse “del otro lado del mostrador”
3. No creer que la marca lo hace todo. Para lograr el éxito, ¡hay que esforzarse y comprometerse día a día!
4. Asegurase que el franquiciante brinde una buena capacitación inicial y que haya un asesoramiento constante.
5. Es clave que la empresa que otorga la franquicia tenga un buen equipo de soporte para el franquiciado.
6. Mantener reuniones con franquiciados que ya estén operando para que puedan brindar información acerca de su experiencia personal con el franquiciante.