Financiamiento: ¿si o no?
Por Lourdes Martínez Frugoni-
Costear un emprendimiento en tiempos de crisis. La ayuda financiera como foco de debate.
En contra, según Jorge Villalonga (Socio Fundador de Chrysalis Argentina)
Creo que es más sano focalizarse en vender más en lugar de estar esperando un financiamiento que, en nuestro país, es difícil de conseguir y para la mayoría de emprendedores su acceso es complicado. Además de su dificultad para obtenerlos –puesto que aún no tenemos track record ni garantías para avalarlos– suelen ser caros y no todos los negocios lo soportan.
¿Qué podemos hacer para crecer sin financiamiento? Lo que yo aconsejo es ser sumamente cuidadosos con el capital de trabajo: bajar los stocks, mantener a raya los gastos y, sobre todo, pensar muy bien las inversiones que realicemos con los excedentes que obtengamos. Todas estas medidas son siempre saludables y me ha pasado –y he visto– cómo crecen así negocios muy sanos, que avanzan de forma orgánica con lo suyo, a su propio ritmo. Tener las riendas de la caja de nuestra empresa, con deudas acotadas, sin cheques voladores ni proveedores que llaman o la AFIP que reclama, da mucha tranquilidad.
Lógicamente existen negocios que necesitan imperiosamente de capital como insumo principal y no contar con él restringe las posibilidades de crecimiento o su propia supervivencia. En esos casos también hay que ingeniárselas y buscar, por ejemplo, contratos con clientes para anticipar cobranzas, tratos estratégicos con proveedores o, por qué no, alianzas cooperativas con empresas colegas para disminuir la exigencia de contar con fondos líquidos para capital de trabajo o inversiones.
Más allá de los vaivenes de la economía y el esfuerzo que implica sobrellevarlos, llega el profundo placer de haberse animado, de haber creado empleo y un valor económico sustentable para la sociedad, con nuestras propias manos y asumiendo nuestro propio riesgo.
Alternativas de Financiación:
1. Es posible autofinanciar un emprendimiento si el esfuerzo se pone en la venta, que es el corazón de todo negocio.
2. Si esto no alcanza, podemos recurrir a generar caja anticipada de clientes o, eventualmente, lograr financiamiento barato de instituciones públicas, y dejar para más adelante la posibilidad de tomar créditos con garantías, que son más económicos en esas etapas.
3. Otra alternativa es la de incorporar socios cuando nuestro negocio está asentado y listo para otra etapa de crecimiento, donde lo que tendremos que ceder será mucho menos y podremos ser más dueños de lo nuestro.
A favor, según Guillermo Casarotti (Fundador de Inti Zen & Chamana & Koo)
Optar por un financiamiento es una buena estrategia para impulsar o agrandar un emprendimiento. Te permite crecer y proyectar un futuro aun cuando no se tiene la suerte de contar con el capital en el momento en que se lo necesita.
Hay más de una forma de conseguir una ayuda económica. El secreto radica en estar atento y reaccionar en el momento justo.
Yo tuve la posibilidad de conseguir distintas formas de financiamiento. Por un lado, recibiendo aportes por parte de socios, familiares y amigos. Por el otro, acudiendo a entidades bancarias para solicitar créditos o pidiéndoles a algunos clientes un anticipo de pago. La clave es que al haber acudido a varias fuentes, aminoré los riesgos y logré estabilizarme en aquellos momentos críticos y de apuro con respecto al capital.
Desde ya que hay que investigar y saber a qué tipos de créditos se pueden acceder según el ciclo de vida del emprendimiento o la necesidad puntual que se tenga. Para los que tenemos la suerte de contar con un respaldo sólido, están los créditos bancarios o los fondos de fomento de gobierno. Lo bueno es que si se elige un buen crédito, uno se puede proteger contra la inflación ya que al ser un pasivo monetario, la suma que se debe pagar no cambia con el paso del tiempo a diferencia de la creciente inflación actual.
También existen alternativas para los jóvenes emprendedores a quienes les es difícil acceder a un crédito comercial. Se pueden encontrar en bancos públicos o privados, o son prestados por entidades educativas o fundaciones que buscan promover el emprendedurismo local.
Son muchas las ventajas a la hora de elegir un financiamiento. A mi me permitió trabajar en un mejor ambiente y así pude focalizarme en emprender con toda la pasión y fuerza.
Recomendaciones para financiarse:
1. Pensar primero en el circuito más cercano (amigos, socios, familiares).
2. También se puede acudir a distintas comunidades o redes de confianza que ofrecen préstamos internos (como INICIA).
3. Si no se puede ir por ese camino, salir a buscar créditos con tazas interesantes. Atención, no caer en créditos que después no somos capaces de pagar.
4. Chequear los préstamos de fondos públicos que se dan para incentivar algunas industrias o sectores como FONAPYME o PACC Emprendedores.
5. Para los jóvenes emprendedores existen los Programas “Capital Semilla” o “Empresas Madrinas”.