
Enseñar a Emprender: nuestra relación con los jóvenes
En el evento anual Enseñar a Emprender, Sergio Balardini habló con los formadores sobre la relación entre jóvenes y adultos en el mundo de hoy.
En una sociedad del cambio constante, la relación entre jóvenes y adultos se transforma. Es más difícil compartir visiones, objetivos y un modo de ver la vida y estar en ella. De alguna manera, parecería que unos y otros hablaran lenguajes completamente diferentes, como si vinieran de distintos planetas. Y la verdad es que de algún modo es así: el mundo en el que se formaron los adultos es muy diferente de este, en el que crecen los jóvenes hoy, atravesado por el avance de las nuevas tecnologías y de los medios de comunicación.
En este contexto, muchas veces la transmisión de conocimientos se invierte: son los jóvenes los que enseñan a los adultos, y estos últimos ven que sus conocimientos quedan obsoletos.
Entonces ¿cuál es el rol que tiene el adulto para el joven? ¿Sigue teniendo algún rol? La buena noticia es que sí, el adulto tiene un rol muy valioso para el joven. No hay que dejarse engañar por esa aparente autosuficiencia que se ve en ellos, esa percepción de que todo lo pueden. Pero es necesario reconstruir ese rol adulto y esa relación en función del nuevo contexto y de los nuevos jóvenes.
¿Cómo? En principio creando espacios en los que jóvenes y adultos puedan compartir y romper con el aislamiento intergeneracional para recuperar el vínculo. Por otro lado, construyendo un rol de adulto que no intente “parecerse” al joven, que no actúe como par, sino que pueda aportarle algo más. Por ejemplo transmitiendo historias de sus propias experiencias de vida atractivas, de búsqueda de sentido con las que los jóvenes se puedan sentir identificados y tomen como insumo para construir las propias. En un momento en el que impera el presente, el adulto puede ser una ayuda fundamental para que el joven se conecte con su pasado, sus raíces y también pueda proyectar a futuro.