El cambio a través del coaching
Por Carlos Barrio
«No vemos el mundo como es, sino como somos” (El Talmud)
En INICIA se ha formado recientemente un equipo de coaching, integrado por diez profesionales (coaches), que ofrecen sus servicios a los emprendedores, con el fin de facilitarles el desarrollo de sus emprendimientos. Muchos se preguntarán ¿de qué se trata esta nueva disciplina llamada “coaching”, para qué le sirve a un emprendedor, por qué INICIA está ofreciendo este nuevo programa?
Cada uno de nosotros tenemos una manera particular y única de observar la realidad y por lo tanto de llevar adelante los emprendimientos. Al observar juzgamos y encasillamos las situaciones que vivimos dentro de un marco de explicaciones que le dan sentido. La manera en que observamos el mundo incluye cómo nos sentimos y cómo interpretamos nuestros roles y cómo nos relacionamos con otros en las distintas situaciones y en los distintos dominios de nuestra vida. Cómo nos vemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo, habla y expone al observador que estamos siendo.
Cuando vemos nuestros emprendimientos (o a nosotros mismos) estancados o agotados, no es tanto por una realidad supuestamente objetiva de coyuntura o mercado (que puede sin duda existir e influenciar), sino por la manera particular que tenemos de observar lo que está ocurriendo. Viene al caso el conocido ejemplo del vaso medio lleno o medio vacío, que nuestra subjetividad determina. Como dice la sentencia de Epitecto “no son las cosas mismas las que nos inquietan, sino las opiniones que tenemos acerca de ellas.»
Vivimos apegados a nuestra manera habitual de mirar aquello que llamamos “realidad”, a través del filtro de nuestros juicios, creencias, sentimientos, opiniones y los estereotipos del bien y el mal que gobiernan nuestra vida.
El coaching busca generar en la persona un cambio en el modo de verse a sí misma y de ver el mundo que la rodea. Es un proceso de aprendizaje a través del cual transformamos el tipo de observador que somos. En este proceso de aprendizaje, descubrimos que existen muchas posibilidades nuevas de vernos y de ver el mundo, y por lo tanto, de ver nuestros emprendimientos y de accionar sobre ellos. Al cambiar nuestra mirada del mundo, podremos actuar de muchas maneras nuevas, descubriendo otras posibilidades que antes no veíamos, abandonando antiguos paradigmas, opiniones o convicciones no revisadas, a las que nos sentíamos estrechamente vinculados.
El coach busca despertar en el observador-emprendedor nuevas miradas, ayudándole a incluir nuevos puntos de vista antes ignorados, ayuda a salir de la conversación de “posibilidad cero” y abrir nuevas puertas. Se trata de llevar a cabo un proceso de transformación.
¿Qué situaciones pueden llegar a requerir la ayuda de un coach? El campo es muy variado. Toda vez que exista un quiebre, una situación de frustración o insatisfacción, allí puede estar la ayuda de un coach, por ejemplo:
– un emprendedor sin tiempo para la familia, que desea encontrar un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida privada;
– una persona insatisfecha con la forma como se gana la vida profesionalmente, que quiera realizar un cambio;
– un emprendedor que busca manejar mejor su ansiedad al lanzar un nuevo negocio, o mejorar la forma de relacionarse con sus socios o empleados; o desea manejar mejor su preocupación por la forma cómo se va desarrollando el emprendimiento, etc.
El proceso de coaching nos abre posibilidades, nos ayuda a descubrir nuevos mundos no explorados, a descubrir nuestros propios recursos para cambiar y transformar nuestra vida, nos hace ver que todo está dentro nuestro, no afuera; nos ayuda a ver que siempre estuvo ahí, que no hay cuestiones agotadas, sino personas agotadas en las cuestiones y que siempre podemos encontrar nuevas maneras de mirarlas.