EDEM fue revelador: cambié la manera de ver el emprendimiento
Empresas del Mañana marcó un antes y un después para el diseñador industrial Federico Churba y su estudio de equipamiento interior. Aquí cuenta los motivos de inspiración de esa experiencia e invita a otros a aprender para hacer crecer sus emprendimientos.
“Mirar el mundo, explorarlo y aprender de él, intervenir el espacio”. Estos son los tres ejes que definen al estudio de Federico Churba. El diseñador industrial ofrece una propuesta diferencial con un trabajo de autor en objetos ligados al equipamiento interior, mobiliario e iluminación. Elegidos por clientes del ámbito nacional y referentes internacionales de la industria italiana y escandinava, sus propuestas de diseño y producción encuentran su espacio en el estudio que lleva su nombre como marca. Lo que hoy lo distingue y le otorga reconocimiento es el resultado de un largo camino, en el cual Empresas del Mañana (EDEM) tuvo un paso significativo.
“EDEM fue el primer programa que hice con INICIA en 2010. Ya había iniciado mi emprendimiento, pero empezaba a reconocer las limitaciones de mi propia formación como diseñador”, recuerda Federico quien sintetiza su objetivo de participación en el programa: “Quería dar un salto cualitativo, quería tener una visión más general que me permitiera complementar mis conocimientos y saberes de diseño con aquellos del mundo de las empresas”.
Esta visión general encuentra en su rubro una particularidad. En palabras del propio profesional, “los diseñadores suelen comenzar sus proyectos enfocados en el producto, no así en toda la complejidad que implica un proyecto en el día a día”. Quizás sus inicios encontraron mayor dedicación en el diseño mesas, lámparas, bibliotecas, y no tanto en las áreas administrativa, comercial, marketing o comunicación. De allí su acercamiento a INICIA para realizar el programa.
“EDEM fue revelador”, asegura Federico y justifica: “Desde que participé, cambié la manera de ver el emprendimiento”. Su día a día en el programa fue provechoso, sacando lo mejor de la intensidad que se ofrece desde la organización a través de módulos, temáticas y expositores diferenciales y complementarios. Para el diseñador, el valor agregado de la capacitación está dada en la puesta en práctica paralela de los conocimientos teóricos: “Lo interesante es que durante el transcurso del programa uno iba generando un plan de acción, era algo muy tangible que te ayudaba a pensar qué ibas a hacer para llegar a tu objetivo”.
En esa experiencia “reveladora”, Federico advierte el “antes y después”, en definitiva, el impacto que EDEM significó para su estudio: “Antes trabajábamos de forma más azarosa. Ahora planificamos, nos organizamos, implementamos las herramientas que recibimos en el curso”. Su paso por EDEM fue tan positivo que decidió continuar luego formándose en INICIA con vistas a seguir perfeccionándose y ayudando al crecimiento de su estudio.
Al consultarle por qué recomendaría a otros emprendedores o jóvenes empresarios participar de la nueva edición de EDEM, Federico se muestra reflexivo en torno a un eje concreto: el trabajo conjunto, las experiencias compartidas. “Es una propuesta muy sana porque somos varios los que generamos emprendimientos sin una formación empresarial y terminamos envueltos en montones de situaciones que van más allá de lo que sabemos hacer. Está bueno tener la humildad de querer ir a aprender. Está bueno aprender de las experiencias ajenas y propias. El aprendizaje no concluye ni en el secundario ni en la facultad, continúa en cada etapa”.