Crowdsourcing, el negocio del futuro
Por Juan Quaglia: Periodista Tecnológico – Online Marketeer | Twitter: @juanquaglia
A medida que Internet se desarrolla va cobrando su propia identidad, alejándose de los modelos tradicionales de negocios o de medios de comunicación. Una de las más recientes novedades en este sentido es el crowdsourcing o tercerización masiva, una modalidad de trabajo que está dando mucho qué hablar.
El término crowdsourcing, del inglés “crowd” (multitud) y “source” (fuente) apela, justamente, a la interconectividad de Internet para encontrar respuesta a cualquier problema. Se trata de ver a los usuarios como una posible fuente de ideas, contenidos o soluciones, lo cual permite abaratar costos, así como también acelerar tiempos de trabajo e incluso mejorar notablemente la calidad del mismo. Por supuesto, aquí la multitud es concebida desde una perspectiva completamente nueva, ya que no es necesaria la proximidad física.
Jeff Howe, editor de la revista Wired y experto que acuñó el término, lo explica de la siguiente manera: “el crowdsourcing es cuando una empresa toma un trabajo que antes desempeñaban empleados y lo terceriza en la forma de un llamado abierto para un gran e indefinido grupo de gente que usa Internet”.
Una de las modalidades de crowdsourcing que más está en boga es el comunmente llamado “periodismo ciudadano”, por el cual grandes medios periodísticos se sirven del aporte voluntario de los lectores. En estos casos el crowdsourcing cobra un tinte polémico, debido a que no los periodistas ciudadanos no reciben ningún tipo de remuneración. Grandes medios periodísticos como NY Times o USA Today han recurrido a esta modalidad.
Recurrir al crowdsourcing ofrece una indudable ventaja frente a empresas competidoras, ya que, lógicamente, permite “emplear” a una gran cantidad de personas simultáneamente. Esto no sería posible si no fuese porque la web 2.0 o Internet interactiva ha formado un nuevo tipo de público, muy diferente al espectador pasivo de los medios tradicionales: el usuario de Internet es un partícipe activo, deseoso de producir y compartir contenidos.
Si bien en un primer momento el crowdsourcing fue un procedimiento que pusieron en práctica algunas empresas para casos eventuales, hoy en día existen plataformas basadas pura y exclusivamente en esta modalidad, que ofician como mediadoras entre profesionales de distintas áreas y clientes de cualquier parte del mundo. Esto consitituye, claro está, una versión mucho más elaborada del modelo. Pueden encontrarse infinidad de empresas y para diversas actividades, que pueden llevar desde el brainstorming hasta el diseño de logos. El crowdsourcing no es otra cosa que un aspecto más del fenómeno de globalización, que implica una cada vez más fluída internacionalización del trabajo.