
Los miedos en el emprendedor, ¿limitantes o necesarios?
Por Eileen Murphy
Miedos
El coach Marcelo Vizgarra analiza qué es el miedo, por qué lo sentimos y cómo podemos canalizarlo para que no nos paralice.
El problema del miedo es un denominador común en las consultas que recibe Marcelo Vizgarra, coach de emprendedores de INICIA. Y alguna de las formas en las que se manifiesta es en el temor a dar el primer paso, a dejar la “estabilidad” y lanzarse a emprender, a hacer frente a nuevos desafíos, o a mantener la constancia y lograr los objetivos planteados.
Sobre la base de su experiencia, Marcelo nos explica que el miedo es una emoción primaria, es innata al ser humano y no se puede controlar, pero sí se puede trabajar –y es muy positivo hacerlo– para que no se transforme en un limitante de nuestras acciones. Solemos sentir temor cuando nos vemos amenazados. El cuerpo y nuestro interior responden a la amenaza de manera automática y, muchas veces, casi instantánea y de manera involuntaria. Si logramos hacer consciente e identificar esa sensación, tendremos el primer paso ganado para rescatar los aspectos positivos y sacar provecho de una situación que podría ser “peligrosa”.
¿Qué aporta?
En sus consultas, Marcelo hace hincapié en que el miedo es, en realidad, una herramienta muy poderosa de defensa, y por eso es importante que los emprendedores encuentren en él una instancia de aprendizaje. Conocer los miedos que tenemos nos permite realizar una evaluación realista de las diferentes situaciones y nos brinda la posibilidad de elección: quedarnos paralizados y dejar que el miedo gane terreno, o tomarnos un tiempo de reflexión, análisis y planificación para ampliar el panorama y conocer distintos escenarios posibles, lo que permite operar de una manera estratégica y sustentable.
¿Cómo nos limita?
Sin embargo, el experimentado coach también nos advierte al hacer referencia a las limitaciones que el miedo puede acarrear ya que, según explica, si se respeta extremadamente y no se trabaja, puede paralizar nuestras acciones e inhibir la capacidad creativa. Si bien el miedo no trabajado puede ser contraproducente, siempre estamos a tiempo de dar el primer paso para canalizarlo y sacar provecho de él.
¿Cómo hacerlo? La manera más efectiva, según Vizgarra, es capacitarse y saber que no se está solo en el camino. Es fundamental saber que se está acompañado. Los programas para emprendedores y las conversaciones de coaching son muy útiles para conocer los miedos y evitar paralizarse. Además, sirven para comenzar a trabajar los temores como una posibilidad distinta y para estimular la capacidad creativa que por lo general se destaca en los emprendedores.
Por otro lado, hacer consciente el miedo cuando se hace presente permite liberarse de él a través de información, diseño de futuro y un análisis profundo de la situación, fuere cual fuere.
Vizgarra remata afirmando que “este trabajo generará confianza y ayudará a desarrollar en los emprendedores sentido de pertenencia hacia sus proyectos y emprendimientos”. El miedo existe y es una característica innata de las personas. Tenerlo presente, trabajarlo, informarse, y hacer frente a los desafíos es una gran opción para siempre seguir adelante y sentirse más seguro a la hora de emprender.